El Pueblo de Montorio

Montorio es un pueblo ficticio de España, no hemos determinado un lugar exacto para él pero lo mejor sería decir que está 'En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme'. El nombre del pueblo proviene de un libro del escritor gótico Charles Robert Maturin: 'Venganza Fatal, o, La Familia de Montorio'. (En realidad se trataba de un apellido)

Historia de Montorio

No existen datos que confirmen su antigüedad, pero su tradición celta indica que ya estaba antes de la conquista del imperio romano que parece que evitó el lugar puesto que no hay ningún vestigio de su paso por él.
Del mismo modo, cuando los visigodos se asentaron en la península también se mantuvieron alejados del lugar, no fue hasta la conversión del Rey Recaredo al Cristianismo que se mostró algún interés por el pueblo. A ojos de la nueva religión que se extendía poco a poco por la península, la aún tradición celta de Montorio era pagana y hereje. Sin embargo, no tienen tiempo para tomar cartas en el asunto, al tratarse de una región tan pequeña no se le dio mucha importancia al tema y finalmente acabaron por olvidarse de ello con la invasión musulmana de la península.
Es durante la época de la ocupación musulmana cuando gentes externas a Montorio, mayormente mercaderes, comienzan a frecuentarlo aunque no acostumbran a residir en él, quizás repelidos por las artes mágicas de sus habitantes.
Sin embargo, con la vuelta del Catolicismo tras la Reconquista comienzan los problemas para esta pequeña comunidad. El recelo hacia las prácticas mágicas tan típicas del lugar que ya habían mostrado antes los visigodos está también en las miradas de los nuevos señores de España, sin embargo este está reforzado por el fanatismo religioso que ha surgido en los últimos siglos.
Los reconquistadores católicos se establecen en Montorio y tras descubrir que prácticamente todas las mujeres del pueblo (así como un considerable número de hombres) estaban consagrados al culto de lo que parece ser una deidad céltica que ellos llamaban ‘Taise Bile’ o ‘Tairngire Bile’, deciden enviarle un mensaje al arzobispado sobre ello, pero las cabezas de la Iglesia están más preocupadas actualmente por el botín de la Reconquista de modo que simplemente sugieren a los colonos que comuniquen a las gentes del pueblo las enseñanzas de Cristo, así como la creación de un orden conventual para las mujeres de la zona: ‘La Orden de las Hermanas de la Sagrada Voz’.

Poco a poco los nuevos habitantes de Montorio acaban por transformarlo en un típico pueblo de la época, no sólo con su propia iglesia y el convento, sino con la organización de la vida cotidiana alrededor de la plaza de la iglesia que es también la plaza del mercado así como los barrios judío y musulmán. La religión Católica también acaba por calar en las gentes del pueblo y muchos abandonan sus viejas creencias célticas.

Pero ahora la sombra de la Inquisición se cierne sobre el pequeño pueblo de Montorio, porque las hermanas de la Sagrada Voz han contactado con el arzobispado, y esta vez las cacerías de brujas si son un tema de primer orden.